La caña de pescar y el buque de pesca

En la playa de las posibilidades, una caña de pescar tiraba su anzuelo. En esa playa de las posibilidades, un buque de pesca anclaba y, al ver a la caña, le ofreció:


-¿Por qué no vienes a pescar con nosotros?

-¿Pescar? Ya lo estoy haciendo -Objetó la caña.

-Pescarías con redes –insistió el buque.

-Yo lo hago con anzuelo.

-Podrías navegar en otras aguas.

-Ya navego en éstas.

-Obtendrías diferentes variedades de peces.

-Obtengo el que me gusta.

-Habría otros pescando para ti.

-A mí me gusta pescar.

-Sacarías muchos más peces.

-De hecho, saco los que necesito.

-Podrías ganar mucho dinero haciéndolo

-Lo que gano me alcanza.

-Podrías generar un imperio.

-¿Un imperio, para qué lo querría?

“Al fin, una duda” se dijo el buque y contestó orgulloso:

-Con un imperio podrías hacer lo que quieras.

-¿Lo que quiera? Si ya lo estoy haciendo ahora.

En vista de que la caña no estaba interesada, el buque se alejó pensando “Pobra caña, no sabe lo que es pescar”. Al ver que el buque de pesca se alejaba, la caña se quedó pensando: “Pobre buque, no sabe lo que es pescar”…